martes, 15 de septiembre de 2009

El comienzo...

No puedo entender a la sociedad. Siguen a las masas, nadie plasma amor propio ni tampoco un sentido de logica, todos dicen lo que los otros quieren escuchar, la gente tiene miedo al "que dirán"; ese pensamiento que atemoriza a unos cuantos e intimida y a veces corrompe pensamientos y formas de ser.
El cerebro de los individuos esta cerrado a lo que los demás quieren escuchar para no ser aislados ni tampoco discriminados, ni ofendidos, ni burlados. Todos quieren pertenecer a esa gran sociedad que sigue a esas masas faltas de amor, bondad, lógica, realismo y sinceridad.
Viven en ese mundo y nunca podrán darse cuenta ni razonar que deben cruzar ciertas fronteras.
La gente dice cosas y luego hace lo contrario, llenan su boca de palabras para después actuar de una manera totalmente diferente.
Muchos sienten odio hacia otra gente prejuzgándolos por la superficialidad sin saber antes como piensa o actúa esa persona, todo se basa en lo superficial cuando estamos en una época que el ser humano debe basarse en lo sentimental, espiritual, y debe pensar para poder vivir.
Muchos de los que prejuzgan a la gente cuando se topan cara a cara con ella muestran una actitud falsa de amistad.
La gente te da la espalda cuando mas lo necesitas y después se quejan diciendo que nunca estuviste con ellos en sus peores momentos, cuando siempre estuviste al pie del cañón, cuando más lo necesitaban.
Carecen de lógica, muchos no entienden o no quieren entender (por miedo a ser excluidos de la sociedad) los conceptos de la vida cotidiana, viviendo así en su propio mundo de fantasía que ellos mismos se imponen a ellos mismos y a los demás.
La gente tapa sus complejos en vez de trabajar en ellos. Muchos adoptan personalidades escondiendo miedo más grande para ser aceptados, pero no les interesa herir a otros para no ser heridos ellos mismos. La hipocresía que se genera por cada persona que adopta una personalidad por sus propios complejos es algo increíble y que se da en todos lados.
Muchos creen sufrir por amor sin haberlo nunca sentido. Creen en el amor de manera errónea, confundiendo al amor con la "conveniencia". No disfrutan la sensación del abrazo de alguien que los quiere, el de una madre, pero llenan su boca de palabras diciendo que saben lo que es el amor.
No contemplan ni admiran ese amor incondicional al que habría que alabar que es el de la madre a un hijo, pero en cambio dicen y creen poder amar cuando quieran y como quieran.
Muchos dicen amar cuando realmente no aman para no presentarse solos frente a la sociedad, nadie quiere quedar excluido ni quiere ser menos, pero no se dan cuenta que el amor uno no lo elige, el amor nace sin que uno pueda controlarlo.
Crean un enamoramiento falso solo para sentirse acompañados.
Solo si podrían pensar con la moral, con la ética y con todos los sentidos básicos de una persona, se darían cuenta que actuarían profundamente y sin miedo y de forma pura.

"Dos chicas caminando por la calle Florida vestidas de lujo y a media cuadra una madre y un niño necesitando comida, hogar, higiene y salud"

"Un muchacho que cree que es superior a los demás, discutiendo e hiriendo sentimientos solo para su propia sensación (de poder contra todos), escondiendo su triste, doloroso y mas oscuro complejo propio"

"Gente que habla de diversos temas preenjuiciando sin haber estado del otro lado"

"Gente que disfruta la superficialidad pero no disfruta ni se emociona con una buena melodía"

"Gente que escapa de su propia sombra, por tener miedo a la confianza y luego confía lo mas preciado al que no le debe confiar"

Todos siguen a esa misma masa popular y no miran al costado ni en su interior, no abren su mente a nuevos caminos ni nuevas filosofías de vida.
Muchos nunca lograron entender aquella frase de Descartes: "primero pienso, luego existo".
Ya no quedan muchos que miren mas allá de las cosas, mas allá de la realidad, de los sentimientos, de la vida, mas allá de todo lo que tenemos a nuestro alrededor, mas allá de la codicia, de la avaricia, de las malas actuaciones, mas allá de la envidia; no miran el porqué de las cosas y juzgan por lo que miran o escuchan, cuando la realidad es que lo que todo lo que se puede mirar o escuchar no quiere decir que sea real.
Todos caminan por la calle como entes, manejados por un sistema creado por unos pocos que se hacen llamar "inteligentes". Un sistema que hace que todos seamos sus robots y vayamos por la vida razonando con ese esquema para la conveniencia de esos pocos inteligentes.